Las bicicletas modernas, como las de carreras o de montaña que se representan aquí, evolucionaron a partir de sus predecesoras de los siglos XVII, XVIII y XIX. La invención de la draisiana en 1816, con el manillar delante, fue una mejora importante sobre los diseños anteriores. Las bicicletas impulsadas a pedales aparecieron en la década de 1860, y en la década de 1890 se construían las bicicletas con las ruedas y llantas de atrás y delante de igual tamaño, un plato central conectado a las ruedas mediante una cadena, ruedas inflables y frenos de zapata.