jueves, 21 de abril de 2011

Central térmica

Esquema de una central térmica
Esquema de una central térmica clásica. El carbón, el fuel o el gas son los combustibles que alimentan este tipo de centrales eléctricas. La energía eléctrica producida llega a los centros de consumo a través de las líneas de transporte.

Central térmica
En las centrales térmicas se produce parte de la electricidad que consumimos. En ellas se transforman fuentes de energía no renovables, como el carbón. Esta actividad está relacionada con el sector económico secundario.

Central térmica, instalación que produce energía eléctrica a partir de la combustión de carbón, fuel o gas en una caldera diseñada al efecto. El funcionamiento de todas las centrales térmicas, o termoeléctricas, es semejante. El combustible se almacena en parques o depósitos adyacentes, desde donde se suministra a la central, pasando a la caldera, en la que se provoca la combustión. Esta última genera el vapor a partir del agua que circula por una extensa red de tubos que tapizan las paredes de la caldera. El vapor hace girar los álabes de la turbina, cuyo eje rotor gira solidariamente con el de un generador que produce la energía eléctrica; esta energía se transporta mediante líneas de alta tensión a los centros de consumo. Por su parte, el vapor es enfriado en un condensador y convertido otra vez en agua, que vuelve a los tubos de la caldera, comenzando un nuevo ciclo.
El agua en circulación que refrigera el condensador expulsa el calor extraído a la atmósfera a través de las torres de refrigeración, grandes estructuras que identifican estas centrales; parte del calor extraído pasa a un río próximo o al mar. Las torres de refrigeración son enormes cilindros contraídos a media altura (hiperboloides), que emiten de forma constante vapor de agua, no contaminante, a la atmósfera. Para minimizar los efectos contaminantes de la combustión sobre el entorno, la central dispone de una chimenea de gran altura (llegan a los 300 m) y de unos precipitadores que retienen las cenizas y otros volátiles de la combustión. Las cenizas se recuperan para su aprovechamiento en procesos de metalurgia y en el campo de la construcción, donde se mezclan con el cemento.
La descripción anterior se refiere a las centrales clásicas, ya que existe, aunque todavía en fase de investigación, otra generación de térmicas que mejoran el rendimiento en la combustión del carbón y disminuyen el impacto medioambiental: son las Centrales de Combustión de Lecho Fluidificado. En estas centrales se quema carbón sobre un lecho de partículas inertes (por ejemplo, de piedra caliza), a través de las que se hace circular una corriente de aire que mejora la combustión.
La última generación de térmicas son las GICC, Gasificación de Carbón Integrada en Ciclo Combinado, que parten de una tecnología con la que se consiguen gases combustibles a partir de la gasificación del carbón con una inyección de oxígeno. El gas combustible obtenido se depura y pasa a una turbina en cuyo alternador asociado se produce energía eléctrica, como en el ciclo de una térmica convencional. La obtención de gases combustibles a partir del carbón es un proceso conocido desde hace más de cien años, y fue impulsado en Alemania durante la II Guerra Mundial. Las ventajas medioambientales que ofrecen estas centrales se fundamentan en los bajos valores de emisión de óxidos de azufre y otras partículas. Es una tecnología todavía en desarrollo, de forma que en Europa, a finales de la década de 1990, sólo existían cinco plantas GICC, una de ellas en Puertollano, España. La potencia media de estas centrales viene a ser de 300 MW, muy inferior todavía a la de una térmica convencional.
España contaba a finales de la década de 1990 con un parque de 160 centrales térmicas clásicas, con 21.029 MW de potencia instalada. La central de Puentes de García Rodríguez, en La Coruña, es la de mayor potencia, con 1.400 MW conseguidos con la combustión de lignitos que se extraen de una mina situada a pie de central.
Una central nuclear también se puede considerar una central térmica, donde el combustible es un material radiactivo, que en su fisión genera la energía necesaria para su funcionamiento;  no obstante, en la bibliografía industrial, en sentido estricto, sólo se consideran centrales térmicas las antes citadas.


Complejo hidroeléctrico de Cabra Corral

Cabra Corral

Cabra Corral, provincia de Salta
Vista aérea del embalse conocido como Cabra Corral, complejo hidroeléctrico del Noroeste argentino localizado en valle de Lerma, perteneciente a la provincia de Salta. El embalse principal, denominado en realidad General Belgrano, se encuentra emplazado en las donominadas juntas del río Juramento, donde éste curso fluvial queda conformado con los aportes de los ríos Arias y Guachipas. La construcción del complejo hidroeléctrico tuvo por finalidad regular el caudal del río, controlar las crecidas estivales, producir energía y aumentar la superficie irrigada.


Cabra Corral, complejo hidroeléctrico de la Argentina localizado sobre el río Juramento (provincia de Salta). El embalse principal, denominado General Belgrano, se encuentra emplazado en las juntas del río Juramento, donde éste se forma con los aportes de los ríos Arias y Guachipas.
La obra tiene por finalidad regular el caudal del río, controlar las crecidas estivales, producir energía y aumentar la superficie irrigada. El complejo se localiza en un espectacular sitio de las sierras Subandinas, y consta de un embalse principal de materiales sueltos, otro lateral, el aliviadero, la central hidroeléctrica, un camino alrededor del lago y un puente sobre el embalse.
El lago tiene una superficie de 13.000 ha y la central hidroeléctrica posee una potencia de 102 MW. La energía generada es transmitida a la red del NOA y al sistema interconectado nacional.
El proyecto de regadío cubre una superficie de 88.000 hectáreas.

Central hidroeléctrica Raúl Leoni


Hidroeléctrica Raúl Leoni
Esta central hidroeléctrica adoptó el nombre de Raúl Leoni en honor al presidente de la República de Venezuela, quien gobernó el país durante la segunda mitad de la década de 1960. La central, ubicada en el cañón de Necuima en la región de la Guayana venezolana, proporciona energía eléctrica a todo el país.


Central hidroeléctrica Raúl Leoni, central emplazada en la presa del Guri, que se encuentra ubicada en el cañón de Necuima del río Caroní, en el estado de Bolívar de Venezuela, a 100 km aguas arriba de la desembocadura del río Caroní en el río Orinoco. Recibe su nombre en honor al ex-presidente de la República (Raúl Leoni). Esta central ha sido proyectada y construida por Electrificación del Caroní C.A. (EDELCA), empresa de la Corporación Venezolana de Guayana. En agosto de 1963 se firmó el contrato para la construcción de la presa del Guri, que ha dado lugar con una cota máxima de 270 m a la formación de un lago artificial que cubre 4.250 km2, con una capacidad de 11.800 millones de metros cúbicos de agua. La primera etapa de la construcción de esta central hidroeléctrica concluyó en 1978, con una potencia instalada de 2.065 megavatios (MW); ese mismo año se iniciaron los trabajos de la etapa final, concluida el 8 de noviembre de 1986, elevándose la potencia instalada a 10.000 MW. Es fundamental para la actividad industrial y minera de la Guayana venezolana y para el servicio eléctrico del país a través del sistema eléctrico interconectado nacional.

Central hidroeléctrica de Futaleufú

Central hidroeléctrica de Futaleufú, complejo hidroeléctrico de la Argentina construido en las nacientes del río Futaleufú, a la salida del lago Situación, en la provincia del Chubut —Parque nacional Los Alerces—, a 45 km de la ciudad de Esquel.
El objetivo de este proyecto fue y es proporcionar energía eléctrica económica a la planta de aluminio ALUAR, localizada en Puerto Madryn, sobre la costa de la Patagonia.
El embalse de materiales sueltos tiene una longitud de 600 m y una altura de 120 metros. El lago formado unió el lago Situación con tres lagos más pequeños, conformando un espejo de agua de 9.200 hectáreas. Existe un vertedero con capacidad de evacuar 2.900 metros cúbicos por segundo. La central hidroeléctrica se localiza 5.000 m aguas abajo de la presa. El agua llega a ella con un salto de 157 m, alimentando unas turbinas de 448 MW de potencia.
La energía se transporta desde Futaleufú a Puerto Madryn por medio de dos líneas de alta tensión con una longitud de 550 km, cruzando las mesetas patagónicas de la cordillera de la costa.

Central hidroeléctrica de Antuco

Antuco

Antuco, central hidroeléctrica de la región del Biobío, en Chile. Constituye la última fase del aprovechamiento hidroeléctrico del río Laja, utilizando las aguas provenientes de la hoya hidrográfica del curso superior de este río, en la zona comprendida entre su nacimiento y las bocatomas de los primeros canales de riego, ubicados aguas arriba del pueblo Antuco. La central tiene una potencia de 300.000 kW y genera 1.800 millones de kilovatios hora, de media anual. Aprovecha los recursos hidráulicos de la hoya superior de los ríos Laja y El Toro, y un punto del río Laja situado aguas arriba de las bocatomas de riego, con una caída utilizable de 210 m. Las aguas captadas en los ríos Laja y Polcura son llevadas por dos conductos independientes hasta un punto en el que se juntan y dan origen a una conducción común. Ésta lleva los caudales hasta la zona de caída, ubicada en el valle del río Laja, aproximadamente 20 km aguas abajo de la central hidroeléctrica El Abanico. Estas conducciones constan de un total de 17.600 m de túneles, 4.000 m de canales y 60 m de obras especiales. La conducción común entrega sus caudales a dos tuberías subterráneas de 520 m, que llegan cada una hasta la casa o central de máquinas. Contiguo al patio de alta tensión de la central Antuco se encuentra ubicado el edificio de mando desde donde se telecomandan tanto las obras hidráulicas como las unidades generadoras de la misma central y las de la central El Toro.