Los primeros aviones que cruzan el oceanos Atlántico

Los primeros aviones que cruzan el  oceanos Atlántico

Cruzando el Canal de la Mancha

Motivado por la recompensas de 1000 libras esterlinas ofrecida por el periódico lodinense: Daily Mail, a quién lograra atravesar primero el Canal de la Mancha, volando en un aparato más pesado que el aire, el constructor, aviador y pionero francés Loui Bleriot , decidió intentar la travesía en uno de los aviones por el construidos, el 25 de junio de 1909. Lo hizo en el Bleriot XI, un avión de ocho metros de longitud, que poseía una estructura de madera, hecha con travesaños horizontales y verticales, reforzados con tirantes metálicos.

El avión que cruzó el Canal de la Mancha

El ala que tenía una envergadura de 7.8 metros estaba revestida de tela, de la misma manera que la parte delantera del aparato. El tren de aterrizaje lo constituía un bastidor con dos traviesas horizontales, dos montantes verticales y dos patas reforzadas construidas en madera dura y sostenidas por cables de acero., también poseía dos pilares de cable de acero, que tenían amortiguadores de muelle. Estos estaban unidos a las horquillas orientables de las ruedas que eran de bicicleta y que tenían un diámetro de 24 centímetros.

El motor del avión que cruzó el Canal de la Mancha

Tenía un motor Anzani de tres cilindros que estaba refrigerado por aire y alcanzaba 1400 revoluciones por minuto, accionando una hélice Chauviere de dos metros de dimensiones. Su velocidad alcanzaba los 58 kilómetros por hora; totalmente cargado el avión pesaba 300 kg.
Blériot inició su histórico vuelo, alrededor de las 4:30 horas de la madrugada del día 25 de junio de 1909.

Un vuelo dificil

Partiendo desde el puerto de Calais, y aterrizó en Dover Inglaterra a las 5:17 horas del mismo día , de manera algo brusca ya que al hacerlo en un campo, rompió la hélice y el tren de aterrizaje. No pudo seguir una ruta directa a través del Canal de la Mancha, porque fue empujado por el viento hacía el norte, y eventualmente encontró un lugar de destino, siguiendo la misma dirección de los barcos varados en el litoral.

A raíz de este éxito, Bleriot, que tanto en Inglaterra como en Francia, fue aclamado como un héroe, logró vender más de 100 de estos aparatos que fueron utilizados como aviones militares en varios países.