jueves, 18 de marzo de 2010

Principios del automovil

Principios del  automovil 

El automóvil que en el presente se ha convertido en uno del os elementos de desarrollo e ícono de nuestra sociedad, así como de representación de de status y éxito, es consecuencia de una serie de inventos y desarrollos técnicos  que montaron al mundo sobre cuatro ruedas.
El dominio de la naturaleza obligó al hombre a buscar métodos de desplazamientos  que le permitieran comodidad y velocidad; muy pronto, a mediados del siglo dieciocho 1830,  los carruajes tirados por bestias se convirtieron en explosivas maquinarias que asustaban a los animales y peatones con su escandalosos e ineficientes motores, cosa que obligó a las autoridades a tomar medidas en contra de tales artefactos antinaturales que  humeaban ruidosamente.
El florentino Leonardo Da Vinci, ya había concebido ciertas especies de carros con muelles y un diferencial vernos, cosa que en aquellos tiempos del  Renacimiento, un proyecto ambicioso para tiempos llenos  de limitaciones técnicas que no permitieron, que inclusive, el genio de Da Vinci lograra la auto tracción.
El término de automóvil de acuerdo a la enciclopedia proviene del griego auto, "por sí mismo" y del latín movil "que se mueve" se refiere principalmente a un vehículo autopropulsado por un motor propio y destinado al transporte terrestre de personas o cosas sin necesidad de carriles. Alguno inventores, antes de que aparecieran los primeros motores de combustión interna, intentaron propulsar los primeros  vehículos con vapor, mediante una caldera que generando vapor movía cilindros que trasladaban el movimiento a las ruedas, pareciéndose más a una pequeña locomotora, que como lo dijimos antes, eran vehículos bastantes ruidosos, conviviéndose estos vehículos  ruidosos y humeantes en los primeros en circular y ser verdadera competencia a  a las diligencias, el ferrocarril y la tracción a sangre que viendo amenazado el negocio llegaron al sabotaje y la violencia.
A pesar de todo el automóvil siguió su evolución como un interesante artefacto que era visto por la mayoría con desconfianza, augurando su desaparición en breve tiempo.
En la primera mitad del siglo XIX el coche de vapor comenzó a ser usado regularmente como medio de transporte, pero tenía el inconveniente  de ser grande, ruidoso y pesado y para ser puesto en movimiento necesitaba ser calentada su caldera por lapsos de entre 30 y 120 minutos.
Sin duda que para llegar a construir este ingenio tosco y jadeante los inventores debieron  descubrir  e ingeniárselas durante largo  rato en una  construcción  que permitiera cuando menos un uso regular, pero también estaban seguros  que el automóvil de vapor no era la solución buscada  para un verdadero vehículo de autotransporte, así que encaminaron su esfuerzo hacía aparatos y motores  accionados por medio de un propulsor más liviano que el pesado motor de vapor; buscaron la solución en el gas, la electricidad hasta llegar l la solución que significaba el motor de combustión interna que también pasó por un largo proceso de evolución tecnológica que no termina de perfeccionarse a la fecha.

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