Misil de lanzamiento aéreo
Los misiles de lanzamiento aéreo se dirigen hacia otros objetivos aéreos o terrestres. Este avión F-15 dispara un misil de combate en vuelo.
Misiles, proyectiles aéreos autopropulsados por motores a reacción de carburante líquido o sólido. Los misiles pueden ser guiados o no y pueden transportar cabezas explosivas convencionales (para atravesar blindajes o destruir aviones y helicópteros), o cabezas nucleares (para atacar objetivos tan amplios como grandes masas de población).
Durante la II Guerra Mundial, tanto el Eje Roma-Berlín-Tokio como los aliados desarrollaron misiles para atacar objetivos aéreos y terrestres. El arma que tendría una influencia más profunda en el diseño y en el desarrollo de los misiles de la década de 1950, fue el cohete alemán V-2. Se trataba de un misil de carburante líquido de 14 metros de largo y con una cabeza explosiva de 730 kilogramos. Alcanzaba velocidades supersónicas y una altitud de 80 kilómetros. Los alemanes dispararon sobre Londres, Amberes y Lieja entre septiembre de 1944 y marzo de 1945 unos 5.000 V-2.
Un proyectil más sencillo, el V-1, fue lanzado en 1944, desde bases fijas en Francia hacia el sur de Inglaterra. Se trataba de una bomba sin piloto, propulsada por un estatorreactor, que producía un característico ruido seco en vuelo. Viajaba a unos 363 kilómetros por hora a 1.216 metros de altura hasta una distancia prefijada máxima de 240 kilómetros que más tarde se amplió a 400 kilómetros. En ese momento el motor se paraba, con lo que caía en picado, para hacer explosionar su cabeza explosiva con una tonelada de peso. Se produjeron en serie unos 35.000 V-1 y V-2. Se lanzaron 9.521 sobre Inglaterra, de los que 4.621 fueron destruidos por aviones y fuego antiaéreo. Amberes también fue bombardeada por 6.551 V-1 de los cuales 2.455 fueron destruidos por fuego antiaéreo. Ni el V-1 ni el V-2 disponían de un sistema de guía demasiado efectivo, pero como se dirigían hacia ciudades con una gran extensión tampoco representaba un serio problema.
El sistema de guía para los misiles modernos puede ser activo, semiactivo o pasivo. El sistema activo emplea de forma habitual un radar a bordo, que permite que el misil se aproxime al objetivo siguiendo las señales de radar reflejadas. Los sistemas semiactivos se componen de un receptor, que permite al misil dirigirse hacia un objetivo del que recibe señales de radar o energía láser, que el que lo haya lanzado hace incidir en el objetivo. Los misiles pasivos se dirigen hacia el calor generado por el objetivo que en la mayoría de los casos es el motor a reacción de un avión. Los misiles también pueden tener un sistema de guía por órdenes. En este caso pueden dirigirse por señales de radio o mediante haces de radar o de láser.
Hay muchos tipos de misiles: los misiles guiados anticarro de corto alcance, que fueron usados por primera vez en 1973 durante la guerra entre Israel y Egipto; los misiles balísticos de alcance intermedio con cabezas explosivas convencionales, y los misiles balísticos intercontinentales (ICBM, del inglés 'Intercontinental Ballistic Missiles') que llevan cabezas nucleares. Los misiles ICBM pueden dispararse desde submarinos sumergidos o desde silos de cemento reforzado en tierra. Estos misiles se llaman balísticos porque su trayectoria es curva. Se diseñaron para llevar cabezas nucleares; al principio, en los años 1950, sólo una. En la década de 1970 se inventaron los Misiles de Reentrada Múltiple (MRV) que podían enviar varias cabezas nucleares, pero también se construyeron los misiles de Cabezas y Objetivos Múltiples (MIRV) que disponían de cabezas falsas y podían atacar varios objetivos muy separados. Los Misiles Reentrantes Maniobrables con objetivo alternativo (MARV) transportan cabezas explosivas que disponen de su propio cohete y ordenador, con lo que tiene más posibilidades frente a un sistema antimisiles.
Los misiles de crucero, de los que el V-1 es un ejemplo primitivo, pueden dispararse desde tierra, mar o aire. Se parecen a un pequeño avión con un radar para detectar el terreno y un ordenador a bordo. Se desplazan siguiendo una trayectoria preprogramada de baja altitud a través del territorio enemigo. Los misiles de crucero equipados con una cabeza convencional se usaron por primera vez contra Irak en 1991 en la guerra del Golfo Pérsico.
Los misiles que se disparan desde tierra contra objetivos en tierra se llaman misiles tierra-tierra. Los misiles que se disparan desde tierra contra aviones o misiles se llaman misiles tierra-aire. De este tipo son el SAM 7 y el Stinger, que pueden ser transportados por una sola persona; los más pesados se instalan sobre ciertos vehículos o se remolcan en camiones. Estos misiles también forman parte de la defensa de los barcos de guerra.
Los misiles aire-aire se llevan en los aviones de combate para atacar a otros cazas de combate o bombarderos hostiles. Uno de los misiles aire-aire más eficaces es el AIM-9 Sidewinder; se guía por el calor y fue usado por primera vez en la guerra de Vietnam. Los misiles también pueden dispararse desde aeronaves para destruir objetivos en tierra como los radares enemigos que pueden estar detectando a un avión o guiando misiles tierra-aire hacia la aeronave. Estos misiles antirradar, usados por primera vez en la guerra de Vietnam, se guían por el haz del radar para destruir la estación de radar mientras ésta siga transmitiendo. Algunos misiles aire-tierra no son guiados y como son de menores dimensiones se disparan por salvas o por oleadas hacia el objetivo terrestre.
Los misiles aire-tierra pueden dispararse desde aviones o desde barcos. Como vuelan muy cerca de la superficie del mar es difícil detectarlos por radar. El primer buque hundido por un misil tierra-tierra fue el destructor israelí Eilat, atacado por barcos lanzamisiles egipcios de clase Ossa, armados con misiles Styx de diseño soviético. Algunos torpedos antisubmarinos se componen de un misil que transporta un torpedo con cabeza buscadora hasta las cercanías del submarino.
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