lunes, 7 de febrero de 2011

Cargas de profundidad

Cargas de profundidad, carga explosiva diseñada para estallar bajo el agua a una profundidad determinada mediante un detonador hidrostático y utilizada como arma contra submarinos. Una carga de profundidad no siempre necesita producir un impacto directo, ya que su explosión es efectiva a una cierta distancia bajo el agua. Las cargas de profundidad se usaron por primera vez durante la I Guerra Mundial; en su forma primitiva este arma era un largo cilindro cargado de TNT que se lanzaba o catapultaba, dos al mismo tiempo, por lo general desde la popa de un barco. La II Guerra Mundial dio lugar al perfeccionamiento de las cargas de profundidad y de los mecanismos para su lanzamiento. El uso de un nuevo y más potente explosivo llamado torpex (una mezcla de RDX, TNT y aluminio) redujo el tamaño de las cargas de profundidad. Las envolturas, por su parte, se hicieron más aerodinámicas para lograr el hundimiento más rápido de la carga.
Las cargas de profundidad más recientes llevan incorporados dispositivos magnéticos o acústicos que hacen detonar los explosivos en las inmediaciones de la embarcación enemiga. También se han desarrollado dos tipos de lanzaderas múltiples de morteros; una, apodada Hedgegog, esparce las cargas en un círculo a una larga distancia por delante del barco que las lanza; la otra, una lanzadera más ligera, con menor retroceso, apodada Mousetrap, arroja una serie de cargas en línea recta ante el barco de lanzamiento y en ángulo recto a su rumbo. En la actualidad, las cargas de profundidad se sustituyen por cohetes antisubmarinos (ASROC). El ASROC es un torpedo cohete que busca el impacto en un submarino a partir del momento en que entra en contacto con el agua. Véase también Barcos de guerra.


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