1969. El Concorde fue el primer avión de pasajeros del mundo en realizar vuelos regulares a velocidades supersónicas. Fue diseñado para volar a velocidades máximas de crucero de 2,300 kilómetros por hora a 16,600 metros de altura y alcanzar con máxima carga útil 4,900 kilómetros y 7,200 por hora, con combustible máximo. Los primeros estudios sobre este avión fueron realizados por empresas privadas y estatales británicas en 1955.
Mientras se estaban examinando varios proyectos en Francia, comenzó a estudiarse en 1961, uno llamado Súper Caravelle, que por coincidencia tenía mucha similitud con algunos de los que se estaban estudiando en Inglaterra. Ante estas circunstancias los gobiernos de ambos países firmaron convenios de colaboración el 29 de noviembre de 1962 para realizar un avión supersónico en forma conjunta. El proyecto se llamó Concorde inicialmente se construirían dos prototipos que serían llamados originalmente 01 y 02 y que pasaron a llamarse posteriormente Concorde 101 y 102, previéndose la construcción de 16 aviones en una etapa inicial, el montaje fina se realizaría por separado en Toulouse y Filton.
El 2 de marzo de 1969 el Concorde 101 voló por primera vez desde Toulouse , y el 1 de octubre de 1969 realizó por primera vez el vuelo supersónico. Después de varias pruebas alcanzó el Mach 2, el 4 de noviembre de 1970, tanto el prototipo 101 como el 102 continuaron realizando exhaustivas pruebas entre 1970 y 1973.
El primer avión de serie Concorde 202 realizó su primer vuelo en Filton el 13 de febrero de 1974. Llevaba cuatro motores Olympus 593 Mk-610 y pesaba 181,400 kilos con capacidad para 128 144 pasajeros, dependiendo de la configuración de la cabina.
El Concorde obtuvo su certificación para transporte de pasajeros el 13 de octubre de 1975, en Francia y el 5 de diciembre de ese mismo año en Inglaterra. El 21 de enero de 1976, la British Always inició su servició supersónico entre Londres y Bahrein, y Air France, la línea regular entre Paris, Dakar y Rio de Janeiro. Los vuelos trasatlánticos entre Londres y Paris se iniciaron el 24 de mayo de 1976, y la rura Paris Nueva York y Londres-Nueva York en diciembre de 1977.
El viernes 24 de octubre del 2003 en Londres, (EFE).- El último Concorde de la aerolínea British Airways (BA) aterrizó hoy en el aeropuerto londinense de Heathrow, lo que supone el adiós definitivo a los vuelos del mítico avión supersónico.
El Concorde aterrizó a las 15.05 GMT en Heathrow, minutos antes de lo previsto, con las cadenas británicas de televisión retransmitiendo en directo su entrada en la historia.
Poco antes, otros dos Concorde que realizaron vuelos cortos, con pasajeros invitados, también tomaron tierra en Heathrow, sumándose a una celebración de la era supersónica de la aviación que acaba de concluir.
Air France ya retiró el pasado 31 de mayo a sus cinco Concorde de la circulación, a causa de su excesivo coste de mantenimiento. BA tiene, por su parte, siete Concorde.
Las dos aerolíneas decidieron en abril pasado poner fin a la era supersónica en la aviación comercial europea debido a la escasa demanda para volar en un avión en el que el precio del billete no bajaba de los 5.000 euros.
Después de casi tres décadas operando vuelos transatlánticos en tres horas y media, a una velocidad superior a los 2.000 kilómetros por hora, los gastos de este avión de lujo acabaron por superar los beneficios por la venta de los billetes.
Entre las causas de la caída de la demanda figuraron el accidente del Concorde en París y la posterior suspensión de los vuelos durante quince meses, los atentados del 11-S, la ralentización económica y la guerra contra Iraq.
El último viaje del aparato supersónico estuvo pilotado por Mike Bannister, quien en noviembre de 2001 fue el comandante del primer vuelo británico del Concorde tras el accidente de ese avión, ocurrido el 25 de julio de 2000 en el aeropuerto parisino de Roissy-Charles de Gaulle y que costó la vida a 113 personas.